domingo, 23 de noviembre de 2014

BLOG: LA SANGRE QUE FALTABA


Estoy buscando lentamente una franja de tierra.
¡Lo único que necesito!
Es para mi final trabajo agrícola.
Agricultor yo fui, sembraba trigo.
Mas antes elegía el terreno adecuado,
el más rico
en reservas de carbono y potasa,
el más noble, el más limpio,
para que el arado penetrara
como el amor en el pecho de un hombre sencillo.

Así, después de tantas bregas y ultrajes,
de tanto haber vivido,
de haber sembrado inmensas extensiones
echándoles sudor por regadío,
estoy buscando una franja de tierra, una tan sólo.
¡Es el instante! Lo he sentido.
Cambian las formas insensiblemente.
Hay más solemnidad en la luz y en los ruidos.

Con vegetal sabiduría,
la busco en un valle pacífico.
Lo demás no importa: ni el sol ni la lluvia
ni el frío.

Es para un trabajo misterioso
que no puedo dejar inconcluido:
el de la conjunción de un hombre con su tierra.
¡Y estoy listo!
GERMÁN PARDO GARCÍAColombia-1902
De "Apolo Thermidor"

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