jueves, 20 de noviembre de 2014

EL BLOG DE ABEL, LA COSTUMBRE DE HACER PENSAR.

La Argentina ha conseguido otra victoria diplomática en su lucha contra una sentencia – el fallo Griesa – del sistema judicial estadounidense. Como saben, trato de ser lo más preciso que puedo, sólo por gusto personal. Me fastidia el triunfalismo berreta, aunque no tanto como la actitud de los que se complacen en derrotas del gobierno, de nuestro país.

Entonces, como los medios locales, hasta ahora, sólo han volcado las declaraciones de nuestros funcionarios, con los del lado opositor tratando de dar la impresión que lo importante fue el koala Jimbelung, les acerco el texto original del Comunicado de los Líderes del G-20, y les traduzco el párrafo relevante (Está entre los Temas para seguir avanzando, junto a las exigencias de mayor capitalización a los bancos más importantes y la reforma del Fondo Monetario Internacional). Como ustedes esperan, supongo, agrego algunas reflexiones al final.

“Teniendo en cuenta los desafíos planteados por litigios y con el fin de fortalecer el orden y la previsibilidad del proceso de reestructuración de la deuda soberana, acogemos con beneplácito el trabajo internacional sobre el fortalecimiento de cláusulas de acción colectiva y pari passu. Hacemos un llamamiento para su inclusión en los bonos soberanos internacionales y alentamos a la comunidad internacional y el sector privado para promover activamente su uso. Le pedimos a nuestros Ministros de Finanzas y Presidentes de Bancos Centrales discutir los progresos realizados sobre éste y otros asuntos relacionados“.

Esta decisión no afecta la situación jurídica de Argentina en su litigio, como no la afectan la solidaridad de la UNASUR, la resolución del G77 más China, ni la votación en la Asamblea de las Naciones Unidas. Pero decir que no tienen importancia es decir que la diplomacia no tiene importancia. Metternich, Río Branco y Kissinger se sorprenderían de esa opinión, si la conocieran y la tomaran en serio.

En un aspecto es más significativa que las anteriores, porque el G20 refleja con mayor realismo la naturaleza oligárquica del poder global (No es un insulto, eh. Es una clasificación técnica “gobierno de pocos sobre muchos”). Ha sido un éxito para Argentina el conseguirla.

Además, ciertamente no quedará en la nebulosa de los declaraciones de buenas intenciones. Este viernes Bloomberg nos anunciaba “Crédito Mexicano: Un contrato a prueba de Singer inspirado por Argentina. Esta semana México se convirtió en el primer país en incluir una disposición en los contratos de bonos regidos por la ley de Nueva York que impida a los titulares con menos del 25 % de la deuda total bloquear una reestructuración“. (Tengo que decir que Bloomberg se equivoca aquí: en realidad México fue el 2°, como se anticipó en este blog. El 1° fue Kazakstan).

Estimo que mejora la posición de Argentina en una eventual negociación, en 2015 o en 2016. Y hay que reconocer, Dr. Duhalde, que aunque no se ajuste a la rígida etiqueta de Lomas de Zamora, es una victoria diplomática conseguida sin corbata.

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