jueves, 26 de marzo de 2015

EL BLOG DE ABEL Y LAS PASO

(El tema de este posteo, aviso, es la mecánica electoral que hoy está vigente en nuestro país y las estrategias que quieren darse, en el oficialismo y la oposición, para usarla en su beneficio. Así, los que sólo les importa la “gestión”, o la “ideología”, o sus propios asuntos, pueden pasarlo por alto sin problemas. Eso sí, conviene que recuerden una frase que se atribuye a Toynbee “Los que no se interesan en política, tendrán un merecido castigo: serán gobernados por los que sí se interesan“).
Hace más de una semana empecé a avisar en el blog, aquí y aquí, que varios gobernadores peronistas estaban inquietos y reclamaban a la Presidente que se impidiera a los candidatos a cargos provinciales presentarse con varias boletas, acompañando a diferentes candidatos a Presidente. O esos gobernadores se verían obligados a separar las elecciones provinciales de la nacional, los que no lo habían hecho ya.
Después, Clarín, siempre alerta a cualquier señal de diferencias en el oficialismo, le dedicó una página entera al asunto. Y este lunes, Gerardo Morales, el radical amigo de Massa, que está claro que no cultiva el lenguaje críptico y krausista de Irigoyen, blanqueó los objetivos de los opositores en las provincias “Lo único que queremos es poder colgarnos de todos. De Mauricio Macri, de Ernesto Sanz, de Sergio Massa, incluso de Margarita Stolbizer“.
Tengo que decir que Pablo Ibáñez, el de Ámbito, al que en los últimos tiempos crítiqué algunas de sus notas, ha hecho un artículo muy informado sobre el tema. Y, que además, indica lo que aparece como la estrategia de la Presidente:
Desde fines del año pasado, a Carlos Zannini, joystick electoral de la Presidente, lo abruman con alertas sobre esa cuestión: las colectoras invertidas. Por un doble fallo de la Cámara Nacional Electoral que aceptó al entrerriano Antonio Benedetti colgarse de varias boletas presidenciales, así como, antes, había autorizado que Cristina de Kirchner lleve dos tiras de gobernadores en Buenos Aires: Daniel Scioli por el FpV y Martín Sabbatella por Nuevo Encuentro.
Frente a la colectora clásica que suma para arriba, Benedetti reclamó la sumatoria hacia abajo. El tribunal de Alberto Dalla Vía, Santiago Corcuera y Rodolfo Munné aplicó una típica compensación y avaló las dos colectoras aunque ambas, más allá de atajos jurídicos, contrarían el espíritu de la ley de primarias que establecen un método para que un espacio político resuelva su interna en las PASO. Sobre ese hecho consumado se abren variantes:
Para tratar de anular la colectora invertida, el Gobierno puede dictar un decreto con la firma de la Presidente que sería cuestionado por la Justicia porque iría a contrariar un fallo de la Cámara. Su efecto legal sería, entonces, efímero y además implicaría un costo político para la Casa Rosada. La opción de reformar la ley en el Congreso, en temporada electoral, también es poco recomendable, entienden en el gobierno, porque podría detonar un escándalo.
Hay un tercer argumento y es puramente político: los gobernadores que pueden verse perjudicados por la colectora invertida tienen la chance de desdoblar la elección. José Alperovich lo hizo en Tucumán y Fellner lo planea en Jujuy. A la vez, en Gobierno entienden que la colectora invertida puede servirle al FpV en la presidencial para dividir el voto opositor, al menos en las PASO, lo cual le resultaría ventajoso.
Otro factor delicado es cómo y hasta qué nivel se pueden permitir las dobles o triples colectoras. En Jujuy, Morales quiere armar un frente provincial que junte al macrismo, la UCR y el massismo para probar “vínculo jurídico” con los tres partidos nacionales y, de ese modo, siguiendo la jurisprudencia, atar su boleta a dos o tres presidenciables y, además, aparecer dos (o tres) veces en el cuarto oscuro: su postulación, en ese caso, acompañaría la boleta presidencial de Macri y otra tira suya iría atada a la de Sergio Massa.
La advertencia de la Casa Rosada es que, en todo caso, el tribunal analice los casos puntuales y avale particularmente y no de manera genérica las “colectoras”, porque de ese modo podría generar un conflicto ante la proliferación de ese truco. ¿Porqué no lo harían otros gobernadores y hasta intendentes si se habilita a Morales?
Sobre esa hipótesis pivotea el Gobierno y opera el oficialismo que tiene el manejo del espacio K a partir de administrar tres firmas: la de Zannini, la del diputado y apoderado Jorge Landau y la de Eduardo “Wado” de Pedro, secretario general de la Presidencia y apoderado del PJ bonaerense. Hasta acá, pero dependiendo de lo que haga la Cámara en el corto plazo, el oficialismo apunta a que todas sus tribus jueguen en la misma primaria, desde el PJ ortodoxo hasta Nuevo Encuentro, sin boletas bis, pero con un mecanismo interno: dejar colgar y repetir las boletas a presidente. La idea es potenciar las PASO y, en criollo, “jugar a ganar”.

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