Cuando, en 1980, el entonces ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz decidió –como parte de su política de destrucción del aparato productivo nacional– cerrar IME (Industrias
Mecánicas de Estado), su modelo más vendido, la camioneta Rastrojero, significaba más
del 70% del mercado de las camionetas Diesel. Esta semana, dirigentes de organizaciones
 campesinas y cooperativas de todo el país se reunieron con Juan Ignacio San Martin,
 del área de Relaciones Institucionales de FADEA, la Fábrica Militar de Aviones,
productora del avión Pampa y heredera institucional de aquella IME.
"Piense con el bolsillo, el rastrojero Diesel trabaja más y a usted le cuesta menos",
decía una vieja publicidad del utilitario de fabricación nacional que llegó a ser "parte
 del paisaje argentino", como decía otra de sus promociones.
Del encuentro, que tuvo lugar en el Museo de la Industria en la capital cordobesa, cuna
de la industria pesada nacional, participaron una delegación del Foro Nacional de Agricultura Familiar (FONAF), encabezada por su presidente Miguel Fernández, el referente provincial y productor hortícola Antonio Córdoba y  el vicepresidente de la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT) Fabio Resino y los miembros del Consejo Tecnico
Asesor Alfonso Tricarico y Osvaldo Gonzalez. Los dirigentes de los pequeños productores
explicaron que la fabricación de un utilitario de origen netamente nacional se enmarca
en la Ley de Reparación Histórica para la Agricultura Familiar, recientemente sancionada.
Desde la FONAF manifestaron que "un vehículo  utilitario es una herramienta indispensable e insustituible para el desarrollo de nuestras actividades, y las ofertas que hoy existen
 en el mercado son totalmente inaccesibles y pensadas en un sector más capitalizado".
San Martin, nieto del recordado Brigadier Mayor Juan Ignacio San Martin, quien recibiera
 en el año 1951 del presidente Juan Perón las directivas para la construcción de un vehículo
 de trabajo nacional, se mostró interesado por la propuesta surgida de los sectores productivos.
"Los agricultores hemos visto con orgullo a un Estado que ha vuelto a producir aviones,
 satélites y otros desarrollos de alta tecnología", dijo Miguel Fernández, de FONAF.
"En la Argentina ya se dan las condiciones para producir un vehículo nacional y qué mejor
 para ello que comenzar con un utilitario tomando como base la experiencia que se realizó
 en su momento con el Rastrojero". Fernández aseguró que los productores familiares
 quieren "en definitiva, un Rastrojero moderno, con tecnología adecuada, versátil para
el trabajo y al alcance de nuestros bolsiilos".
Hoy se da la paradoja, dijo el dirigente, de que existen buenos caminos “pero carecemos
 de vehículos para poder sacar nuestras producciones y ponerlas al alcance de los sectores
populares  a un precio justo”. «