domingo, 4 de febrero de 2018

BORRADORES PARA LA UNIDAD -- ALEJANDRO ROMERO


Movilizar, organizar y
 darse formación y discusión
 constantes en todos los 
niveles del movimiento y sus organismos (partidos, corrientes, sindicatos, organizaciones): 
hemos descuidado la formación
 y la discusión acerca del modelo
 de país y de sociedad deseables
 y posibles, realizables, permitiendo
 que en seno de nuestro propio movimiento el programa neoliberal apareciera como la expresión
 natural del hecho económico.


Por Alejandro Romero

NAC&POP

23/01/2018

En la coyuntura, diez puntos para la unidad

1. Rescatar para y en la movilización, la discusión y la organización,
 la guía de las tres banderas del peronismo y el movimiento nacional
 y popular, así como el texto del Modelo Argentino para el Proyecto
 Nacional y el proyecto de Integración Sudamericana y de inserción 
autónoma en un mundo multipolar que empezó a gestarse con el siglo.
2. Construir política desde las bases; hacer de cada militante un
 potencial dirigente. Escuchar, exponer y Pensar con los militantes y los dirigentes, en la búsqueda de una construcción y un proyecto comunes.
3. Movilizar, organizar y darse formación y discusión constantes
 en todos los niveles del movimiento y sus organismos (partidos, 
corrientes, sindicatos, organizaciones): hemos descuidado la
 formación y la discusión acerca del modelo de país y de sociedad
deseables y posibles, realizables, permitiendo que en seno de
 nuestro propio movimiento el programa neoliberal apareciera
 como la expresión natural del hecho económico.
4. Distinguir sistemáticamente y cada vez:
• los adversarios, que participan de un proyecto nacional, popular
 y sudamericano (más allá de que sean o se consideren
 peronistas o no),
• de los que se posicionan como “enemigos” de todo proyecto
 popular (redistribución del ingreso nacional, desarrollo industrial
 y científico autocentrado, participación activa de los y las
 trabajadoras, registrados y no registrados en la vida democrática
 y la renta nacional), de integración latinoamericana y de
 independencia y soberanía nacionales; son enemigos históricos
 pues, y no simples adversarios, quienes no reconocen la legitimidad 
de los fines y aspiraciones propios de los sectores populares, de los
 empresarios nacionales y de la Nación como soberana. Si con los
 adversarios se negocia, a los enemigos solo cabe subordinar 
(a las condiciones de vida y trabajo que les imponga un Proyecto 
Nacional, Popular y Latinoamericano), porque, a su vez, sólo
 buscan subordinarnos (o aniquilarnos), como lo han demostrado
 históricamente.
5. Negociar y articular con los adversarios alrededor de las
 coincidencias posibles.
Es el objetivo componer y construir con ellos un campo de lo común
 en tanto campo nacional, y, de ser posible, los ejes mayores de un 
proyecto en común, en el que puedan convivir nuestras diferencias 
y seguir elaborándose nuestros conflictos sin deteriorar la afirmación
 y la construcción de ese campo nacional: es el hecho nacional mismo
 el que hoy está en juego, y sin soberanía popular no habrá cómo 
preservarlo y darle consistencia.
6. Resistir y oponerse sin reservas a las iniciativas de
 quienes se posicionan como enemigos:
 con ellos no es posible negociar, porque, al no reconocer la
 legitimidad de los fines y aspiraciones nacionales y de los sectores
 populares, no buscan ni aceptan negociar, sino sólo someter o 
destruir el movimiento nacional y a las organizaciones del pueblo. 
Toda “negociación” con los enemigos no es tal; es solamente una
manipulación. Un engaño.
7. Resistir y oponerse por todos los medios posibles a la 
injerencia de las potencias centrales
 en la política, la economía y el territorio, así como al programa
 económico y social de las grandes corporaciones financieras,
extractivas y productivas, transnacionales o no. Su proyecto es estru
mente contrario e irreconciliable con el proyecto nacional, popular,
 democrático y de integración en la Patria Grande.
8. Los liderazgos son de primera importancia, pero
 deben expresar y sostener el Proyecto Nacional, Popular
y de Integración,
 no sólo en el discurso sino también en las prácticas. 
Se trata entonces de no dividir el Movimiento en función de la
 lucha de liderazgos, sino más bien articular los liderazgos en
 función de una mayor fortaleza de la resistencia, la lucha y la
9. Solidaridad y construcción participativa hacia adentro
 del campo nacional y popular;
 táctica y estrategia de confrontación hacia “afuera”.
10. Trabajar tanto virtual y mediáticamente como en el territorio,
 a través de la militancia y las organizaciones,
para dar -y ganar- la batalla comunicacional y por el sentido
 común, que constituye uno de los ejes de la lucha política hoy.

DOS.

Los ejes posibles del Proyecto Nacional, Popular

Integración Sudamericana.

1. El cuidado de la vida 
y la satisfacción de las necesidades vitales de todos los
 habitantes de la Patria, junto al cuidado y la restauración del
 medioambiente y el territorio (condición de posibilidad para lo
 primero, hoy y en el tiempo) son los objetivos principales de la
 economía y la política del Proyecto. En otro lenguaje: la satisfacción
plena de los Derechos Económicos, Sociales, Culturales, Civiles y
 Políticos de todos los habitantes de la Patria debe ser el objetivo
 irrenunciable de la política y la economía en el seno del Proyecto.
2. Construir y afirmar, en todas nuestras prácticas organizativas y
 políticas, los medios, las instituciones, los principios y los modos
 de hacer necesarios para y compatibles con semejante orientación
 es el eje de la acción.
3. Es objetivo concreto más general y principal:
 Buscar y Administrar los medios jurídicos, políticos y económicos
para poner:
a. las finanzas al servicio de la producción y el trabajo, y
b. el trabajo y la producción al servicio de la satisfacción de las
necesidades vitales de todos los habitantes de la Patria, cualquiera
sea su condición, así como del cuidado, la restauración y la defensa
del medio ambiente y el territorio.
4. Arbitrar los medios para garantizar
 jurídica, económica y políticamente la función social y de cuidado
y promoción vital de la producción, la propiedad y la ganancia,
 cuya lógica deberá subordinarse a la que comanda la realización
 de aquellos fines.
5. Articular la política de defensa y afirmación de las
tres banderas
 (justicia social, independencia económica y soberanía política,
a las que se agregan hoy la integración sudamericana y la
profundización de la democracia social y ambiental) con el
discurso y las prácticas de Derechos Humanos, haciendo hincapié
en la necesaria e irrenunciable satisfacción simultánea de los
Derechos Económicos, Sociales y Culturales, además de los
 Civiles y Políticos. El discurso y la defensa de los Derechos 
Humanos tienen una aceptación universal, fundamental para la
construcción social y política, y que será útil en la batalla
comunicacional y cultural.
6. Darse como objetivos específicos irrenunciables:
• el pleno empleo en condiciones de salario real o de ingreso real
 que satisfagan para todos los asalariados y trabajadores en general
 sus necesidades vitales, materiales, sociales y espirituales;
• el desarrollo autocentrado, regulado y promovido por el estado
y por la comunidad, y articulado sistémicamente, de la ciencia, la
 tecnología y la producción en todos los sectores estratégicos para
 cumplir con el Proyecto Nacional, sean primarios, de alto valor
 agregado, tecnológicos, industriales o de consumo y servicios;
• la integración social, territorial, productiva y cultural hacia adentro
 de la Nación; y el avance en la integración sudamericana;
• el cuidado permanente y sistemático de las variables ambientales
como parte integral de los desarrollos productivos y de la ocupación
 y uso del territorio;
• la defensa soberana y auto-centrada, tanto militar como política,
 jurídica y económica, del territorio y de los recursos naturales,
 renovables y no renovables;
• la inserción autónoma en el mundo, con la integración regional y la multipolaridad como objetivos.

TRES

Más específicamente se propone:

1. Regular la actividad financiera poniéndola al servicio de la industrialización y la producción
 y limitando severamente el rentismo y la especulación.Depósitos.
2. Producir una reforma fiscal de carácter progresivo
Nueva Ley de Entidades Financieras y nueva Ley de  permita
 financiar al Estado poniendo progresivamente la mayor 
carga en los sectores de mayores ingresos.
3. Regular el comercio exterior poniéndolo al servicio del desarrollo centrado en los objetivos de pleno empleo con
 salario digno, industrialización y desarrollo científico-técnico
y defensa del ambiente y el territorio.
4. Recuperar una Ley de Servicios de Comunicación
 Audiovisual democrática y antimonopólica.
5. Considerar la energía, la tierra, los alimentos, el agua y
 los bienes primarios en general,
 así como el conocimiento y los medicamentos, como “bienes
públicos” (aunque de administración mixta: Estado, privados,
 comunidad). Elaborar para ello una Ley de Satisfacción Universal de 
los medios para su satisfacción.
6. Promover una reforma del Estado (incluido el Banco Central)
 que le devuelva o le otorgue los necesarios poderes de fiscalización,
 control y defensa de los derechos humanos y cuidadanos,
 de la soberanía económica, financiera (monetaria) y política y 
del territorio nacional.
7. Desarrollar un programa estratégico de desarrollo
 científico, tecnológico, industrial, productivo, financiero, social 
y ambiental que jerarquice y establezca prioridades necesarias y 
viables en un programa encadenado en el tiempo, con metas y objetivos,
 plazos y alternativas.
8. Promover la discusión y elaboración de una
 Nueva Constitución
 que dé jerarquía constitucional a estos fines y criterios y a los
 medios necesarios para que no queden como letra muerta.

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