el barrionuevismo.
La base informativa sobre
la cual trabajamos de un año
a esta parte, interpretaba que
los aciertos de la Corriente Federal
de Trabajadores se iban a traducir
en crecimiento y fortalecimiento,
y que el laberinto en que se
encontraba el moyanismo tenía una sola salida: la aproximación a
ese diagnóstico y la sumatoria de esfuerzos antiliberales.
Por Gabriel Fernández *
La Señal Medios
La Señal Medios
04/02/2018
Finalmente se corrobora la base informativa sobre la cual
trabajamos
de un año a esta parte, cuando interpretamos que los aciertos
de la Corriente Federal de Trabajadores se iban a traducir en
crecimiento y fortalecimiento, y que el laberinto en que se
encontraba el moyanismo tenía una sola salida: la
aproximación a ese diagnóstico y la sumatoria de esfuerzos
antiliberales.
Nobleza obliga, hemos de indicar que se sumó un aliado tan
circunstancial como inesperado, el barrionuevismo.
Lo cual junto a las regionales de CGT y a las dos CTA, con todo
su poderío en el ámbito estatal en general, y a los movimientos
sociales, presentan un frente sindical y popular opositor profundo
y difícil de desentrañar para el macrismo.
Esto es, a nuestro entender, lo importante.
Por eso cuando en tantos medios se prioriza la división gremial,
preferimos brindar realce al aglutinamiento potente logrado hasta
el momento.
A decir verdad, toda la división de la que hablan espacios
periodísticos a izquierda y derecha no es más que la postura
–en verdad importante- de la Unión Tranviarios Automotor.
Eso si nos preocupa.
Ahora bien, la carnadura de esa faja, hoy expresada
publicamente
a través de Héctor Daer, no es nueva ni determinante.
En los años 80, la diestra de aquella CGT Azopardo
orientada por
Jorge Triaca padre, se situaba la Comisión Nacional de los 20,
con
Jorge Luján, del Sindicato del Vidrio, a la cabeza.
Ello no obstaculizó al cervecero Saúl Ubaldini, respaldado por
el metalúrgico Lorenzo Miguel en la CGT Brasil, dar la batalla
adecuada. A su izquierda, dinamizaba las acciones la Comisión
Nacional de los 25.
Porqué esta mención.
Para evidenciar que al existir contraste de intereses y batallas
conceptuales, las diferencias en el movimiento obrero tienen
larga data; pero también que en el presente los aciertos de
algunas de las vertientes indicadas ha permitido un nivel de
movilización inédito en el arranque de los procesos liberales y
una potencialidad superior a la de otras épocas.
En ese sentido, cabe considerar los distintos tramos de la
historia del sindicalismo argentino sin enredar unos con otros y
sin idealizar luchas parciales derrotadas como si hubieran sido
victorias masivas.
Es habitual escuchar por aquí y por allá “aquellos eran dirigentes,
no éstos”, derrapando en un grave error analítico que tampoco
es nuevo, pues prioriza tiempos lejanos por sobre logros presentes.
El escenario del 29 de noviembre pasado, en la multitudinaria
marcha contra la Reforma Laboral, permitió observar un arco
que incluía a toda la CFT, con Palazzo y Amich
etti más los diputados Correa y Siley entre tantos, Pablo y
Facundo Moyano, Yasky, Miceli, seccionales metalúrgicas y
delegados regionales de todas las provincias.
Ese agrupamiento es potente y no está a la zaga de otros
muy recordados.
Junto a la Multisectorial que involucra a las habitualmente más
tenues entidades empresariales, comerciales y cooperativas,
volverá a nuclearse el próximo 22 de febrero.
“Informar” que de semejante nucleamiento nacional popular lo
importante es la división porque no están los Gordos, es opacar
y falsificar buena el gran trayecto del movimiento obrero argentino.
Al mismo tiempo, objetar a tal o cual opositor a Macri porque perdió
el rumbo en otro tramo de la pelea, es pegarse el tiro en el pie;
con el mismo revólver que –se lo señalamos oportunamente- lo
había hecho uno de los que ha retomado el camino y le brinda
aceleración a la lucha.
Los datos recientes indican que la popularidad del oficialismo
decae, pero no en la medida del daño inflingido a la Nación.
Aunque el repudio se hace mayoritario, cerca de un 40 por ciento
de los argentinos sigue suponiendo que el ajuste macrista es
resultado de desaguisados previos, argumento artificialmente
inducido por la propaganda.
Bien, es extraño suponer que el sindicalismo puede estar tan por
encima del humor social promedio.
De hecho lo está, es la franja más lúcida, aventajando bastante a
zonas políticas del movimiento nacional popular que no han
seguido aún el ejemplo de convivencia para avanzar contra el
programa oligárquico y antiindustrial.
Si se observa con detenimiento, el cuadro de situación que estamos
trazando aquí posee datos presentes objetivos, muy por fuera de la
simpatía o el rechazo que nos pueda generar tal o cual protagonista.
• Director La Señal Medios / Sindical Federal / Area Periodística Radio Gráfica.
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