lunes, 11 de diciembre de 2017

PLAZA MISERERE, 1867




Del Blog Argentoria


Plaza Miserere 1867
Concentración de carretas en (la actual) Plaza Miserere, Once, en la Ciudad
 de Buenos Aires. Las carretas
 debían andar de a muchas.
La operación requería bueyes de tracción y de reserva. Para cargar combustible
 había que parar con los animales en algún lugar donde pastorearan, lo que no
 siempre era fácil. Esto significaba que las carretas y los bueyes iban y venían, 
no necesariamente al mismo tiempo. Para ello era necesario personal que se
hiciera cargo de los bueyes a lo largo de todo el camino (boyeros), que también 
iban y venían.
Las carretas, a pesar de su aspecto rudo, se rompían con cierta frecuencia, sobre todo
cuando estaban sobrecargadas, algo relativamente normal. Para ello era necesario tener
 personal de mantenimiento.
Los viajes eran largos en tiempo. Era lógico que el personal quisiera llevar
 a sus cónyuges, amantes e hijos. Eso requería espacio adicional al de carga.
La gente se enfermaba, era necesario un mínimo de personal de sanidad.
Además se transitaba por tierras donde había indios no siempre amistosos, lo que
 requería algún tipo de elemento militar, amén de mercaderías adicionales para las 
negociaciones con los aborígenes.
Para poder cumplir con todo esto, había una economía de escala, que daba como
 resultado tropas de carretas de cierta magnitud.
Había un pequeño arroyo en las inmediaciones, que en tiempos de lluvia se hacía
 laguna, y obligaba a tomar la actual Hipólito Yrigoyen, de ahí surge ese quiebre
 de esta calle a esa altura, y allí llevaban los animales a beber. 

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