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El periodista especializado en internacionales señaló que más de noventa cables entre la embajada y el departamento de Estado de los EE.UU. refieren a la causa AMIA y Nisman. De su análisis, O’Donnell  detalla la estrecha relación que los vinculaba a Alberto Nisman: “Por un lado Nisman le adelantaba todos sus dictámenes y los fallos del juez Canicoba Corral a la embajada antes que se realicen. Por otro lado, él llevaba borradores de resoluciones para que se los corrijan y aprueben antes de entregarlo a la justicia”.
Para graficar la relación de sumisión del ex fiscal especial para la causa AMIA, señaló un caso “En que tomó una decisión judicial sin avisarle a la embajada. Después le pidió perdón muchísimas veces y prometió muchas veces jamás volver a hacer algo sin el visto bueno de la embajada. Lo cual ya de por sí sería grave porque estamos hablando de un país soberano y una justicia que no debería de depender de un país”.
“Pero era muchos más grave porque la embajada claramente le decía que solamente debía seguir una pista que era la pista iraní, que no podía investigar la pista siria, la pista llamada ‘conexión local’. Los iraníes ya eran culpables si bien no habían sido juzgados”.
Después del primer libro me invitó a conocerlo. Me hizo un cuento: no era él, sino alguien de su oficina el que iba a la embajada a adelantar la información, y que los tipos de la embajada, para ‘chapear’ con el departamento de estado escribían que era el propio Nisman.
“A mí nunca me cerró eso, porque son muchísimos los cables que detallan las interacciones con Nisman. Y por ejemplo, no hay ningún tipo de cable mencionando encuentros con el juez Canicoba Corral. De hecho hay un solo cable que lo describe como alguien inútil”.
Sobre el derrotero de la denuncia por encubrimiento concluyó: “Lo único que podemos ver es que claramente, cuando hizo su denuncia contra la presidenta, no tuvo ningún tipo de respaldo. Ningún gobierno extranjero lo apoyó, y tampoco en la DAIA y la AMIA tuvo mucho eco, no recibió el respaldo que estaba buscando”.
“Tampoco tuvo respaldo en la justicia federal cuando ni el juez Lijo ni la jueza Servini de Cubría – donde no clasualmente trabaja una hija de Stiuso – lo respaldaron levantando la feria, dejando por escrito la falta de pruebas”.
Por último, brindó su opinión sobre la conferencia de prensa de la ex mujer de Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado, donde denunció que la muerte violenta del fiscal era un “Magnicidio Institucional”: “Me dio la sensación que actuaba de la misma manera que actuaba Nisman, algo con gran impacto político, con frases muy contundente basadas con pruebas que aporta al expediente, pero que las presenta de forma secreta. En el caso de Nisman terminaban siendo humo. Ahora hay que ver si lo que hay en el expediente, pero por ahora de ninguna manera permite llegar a la conclusión de que ella llega, de que hubo un asesinato”
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