jueves, 16 de abril de 2015

UNA MIRADA SOBRE LAS PASO EN SANTA FE Y ROSARIO

A un paso de las Paso, de Redaccion Rosario

13/04/2015 | Por Luciano Couso
candidatos
Cuando sólo falta una semana para las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (Paso) de Santa Fe, una buena porción de los electores –estimada en 20 puntos- se acumula en el casillero “indecisos” de los muestreos de consultores de opinión pública. Ese parece ser uno de los rasgos distintivos de los comicios del domingo 19 de abril, aunque no es conveniente dar por sentado que la apatía y la indefinición se mantengan hasta el día del llamado de las urnas. Como fuere, los encuestadores consultados coinciden en que no hay nada dicho de antemano y que la foto de las Paso puede ser, en realidad, “un espejismo” que ofrezca una imagen distorsionada de la realidad. Y advierten que resta por conocer cuál será la influencia de la campaña presidencial en los comicios locales.
“Como toda elección va a ser reñida, la población va a prestar más atención a la disputa por los cargos ejecutivos sobre los legislativos. No hay que descartar que haya sorpresas”, dijo el licenciado Andrés Mautone, titular de la consultora Mautone & Asociados, quien se excusó de brindar datos cuantitativos en virtud de los acuerdos de confidencialidad con sus clientes.
Menos enigmático, el también consultor y director del Posgrado en Comunicación Política de la UNR, Lucio Guberman, señaló “no hay que subestimar nunca al peronismo santafesino y menos en un escenario donde lo nacional va terciar muy fuerte”.
Es que las elecciones generales santafesinas, previstas para el 14 de junio, se anticiparán en sólo una semana a la inscripción de candidaturas de los comicios presidenciales, por lo que el contexto nacional puede colarse en la bota.
Al cierre de esta nota, Mautone difundió su habitual muestreo trimestral que exhibe un nivel de aprobación de la gestión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en Rosario, del 34 por ciento, ocho puntos más que un año antes.
Mientas que la sumatoria de intención de voto de tres candidatos kirchneristas presidenciales (Daniel Scioli, Florencio Randazzo y Agustín Rossi) supera en nuestra ciudad con amplitud a cualquiera de los restantes postulantes a la Casa Rosada. Aunque, se sabe, en política dos más dos no siempre tiene como resultado a cuatro.
De movida
La disputa electoral por la Gobernación santafesina, parece entonces, no está cerrada. Y, menos aún, polarizada entre dos candidatos, los del oficialismo y el PRO, como al inicio de la campaña.
Miguel Del Sel (PRO) picó en punta por ser el postulante a gobernador de su partido desde la misma noche del 24 de julio de 2011 –en que sólo quedó a dos puntos de ganar la compulsa ante Antonio Bonfatti, el delfín de Hermes Binner–.
El senador provincial Miguel Lifschitz se instaló también tempranamente como candidato oficialista, a pesar de que competirá con el radical Mario Barletta en las Paso del Frente Progresista Cívico y Social.
La fórmula justicialista integrada por el diputado nacional Omar Perotti y el secretario de Transporte, Alejandro Ramos, fue la última en resolverse, tras la decisión personal de María Eugenia Bielsa de no postularse. Su tardía aparición en la escena electoral retrasó sus chances, que de todos modos fueron creciendo con el correr de la campaña.
La principal virtud de la fórmula peronista –conseguida por primera vez desde la derogación de la ley de lemas en 2003– es la unidad. El domingo 19 de abril el justicialismo llevará una única candidatura a gobernador, detrás de la que se enrolan el conjunto de sus líneas internas.
El nivel de desconocimiento entre los electores que aún mantiene Perotti –sobre todo en la definitoria Rosario– es, en rigor, su as de espada. Se trata del candidato que más chances posee de crecer, justamente, porque su figura aún no está instalada en toda la provincia.
Nac & Pol
El analista Lucio Guberman pone en cuestión la presunta polarización entre dos candidatos en Santa Fe y espera a ver cuál será la influencia de la campaña nacional en la provincial.
“Me da la sensación que todavía no está polarizada (la elección santafesina), que la diferencia entre el segundo y el tercero tal vez no sea tan grande y al final de cuentas hay que ver qué pasa con esta polarización”, dijo en una entrevista con el eslabón que se reproduce aparte.
“Porque –continuó– todos partimos de un supuesto, me incluyo, que es que se va a polarizar entre el socialismo y el PRO. Sin embargo, el final de la campaña santafesina va a estar muy fuertemente marcado por la campaña nacional en la que el que polariza con el PRO es el kirchnerismo”, abundó.
En esa idea, el director del Posgrado en Comunicación Política de la UNR remarcó: “Vamos a ver si hay tanta polarización y, en todo caso, si hay polarización que no se deje afuera la posibilidad que se polarice entre Perotti y De Sel”.
Asimismo, evaluó que “hay que tener en cuenta que un golpe desgraciado en el tema seguridad, para el socialismo puede ser complicado y dejarlo retrasado” en la carrera hacia la Casa Gris.
Esa pesadilla y el arranque de campaña de Lifschitz -menos auspicioso de lo que esperaban- fueron algunas de las razones que motivaron la declinación de Hermes Binner de la candidatura presidencial por el Frente Amplio Unen y su “bajada” a Santa Fe a reforzar la figura del ingeniero que gobernó Rosario durante dos períodos, y que dice tener “cabeza” para hacerlo por uno a nivel provincial.
+A y fuga
La novedad en estas elecciones a gobernador la constituye la aparición del Frente Renovador, que ofrece dos alternativas: el diputado nacional Oscar Cachi Martínez y el ruralista Eduardo Buzzi. Según las encuestas, su influencia en el conjunto del electorado será menuda, aunque hay que esperar el resultado de las urnas.
En lo que sí coinciden los analistas es en que el porcentaje que obtengan los postulantes del massismo santafesino se descuenta del que podría cosechar el macrista Del Sel, con quien comparten el electorado anti K. En este caso particular, entonces, la fórmula sería: +A = -PRO.
La gran incógnita a dilucidar tras las Paso será lo que ocurra con los votos del radical Mario Barletta, que confronta en la interna del oficialismo con Lifschitz sin mayores chances, al menos en la previa.
La decena de puntos del electorado que obtenga el ex intendente santafesino podrían resolver la elección general si ésta es muy reñida. ¿Adónde fugarán los sufragios barlettistas, que mientras en la provincia juega dentro del Frente Progresista mandó a votar a los suyos en la Convención radical de Gualeguaychú a favor del acuerdo con Mauricio Macri?
El que no sabe
Autolimitado para brindar guarismos sobre las candidaturas por razones contractuales, el titular de la consultora Mautone & Asociados sí aceptó ofrecer datos sobre el interés de los electores en las primarias del domingo 19 de abril.
“El nivel de indecisos a diez días de las elecciones primarias sigue siendo elevado, sobre todo en las categorías legislativas, senador departamental, diputados y sobre todo concejales de Rosario, donde el guarismo de indecisos llega al 30 por ciento”, explicó ante una consulta de este semanario.
Mautone resaltó otro dato que, entiende, puede hacer variar notoriamente el resultado entre las Paso y las generales, convirtiendo a las primeras en un flaco reflejo de la realidad. “Desde que se derogó la ley de Lemas y se implementaron las Paso, el promedio de asistencia ha sido apenas por encima del 60 por ciento, mientras que en las generales participa alrededor de un 80 por ciento del padrón”, detalló.
Entonces, enfatizó, “hay un 20 por ciento de electores que no participa de las Paso, pero sí luego en las generales del 14 de junio. Por este motivo podemos encontrar en el resultado de las Paso una especie de espejismo”.
De acuerdo al consultor, el faltazo al primer turno y el cumplimiento del segundo se da entre mayores de 70 años legalmente exceptuados de votar, que si bien no muestran interés en participar de la selección interna de candidatos, sí lo revelan a la hora de decidir quién los gobernará.
Ese fenómeno, dijo Mautone, también aparece en las encuestas en menores de 70 que manifiestan su desinterés por inmiscuirse en la vida interna de los partidos, por lo que omiten el turno electoral de las Paso, aunque sí adoptan una posición cívica aceptable para las generales. Si bien las primarias son obligatorias, la ausencia de sanciones visibles a los transgresores explica el distinto nivel de concurrencia entre unos comicios y otros.
De ese modo, con un probable alto nivel de ausentismo el 19 de abril y un también elevado porcentaje de indecisos, emitir conclusiones acerca del resultado de las Paso y su relación con las elecciones generales constituye una expresión de deseos o un juego de azar, cuya precisión es homologable a la de presagiar el resultado de arrojar dados sobre un paño.
“Realizar sumatorias parciales de precandidaturas dentro de un mismo frente o agrupamiento puede llevarnos a cometer un error”, sostuvo Mautone, y recordó el caso de Agustín Rossi en 2011, cuando el conjunto de justicialismo obtuvo en las primarias 677.600 votos, que se redujeron a 388.231 en las generales del 24 de julio de aquel año. Igual análisis realizó Guberman con idéntico caso. Entonces, Perotti fue el segundo precandidato más votado del Frente Santa Fe para Todos, pero evidentemente buena parte de sus adhesiones fugaron hacia la postulación de Del Sel. Ahora, competirán entre ellos.
Así, el primer turno electoral del próximo domingo en Santa Fe será una muestra de las fuerzas con las que cuenta cada participante, pero no configurará una foto sin movimiento.

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