Por Alfredo Silletta
@alfredosilletta
Las últimas encuestas en la provincia de Buenos Aires trajeron tranquilidad en el búnker del candidato presidencial Daniel Scioli. Según las mediciones diarias de Aresco (no son públicas) el candidato del FpV ya le sacó 15 puntos a Mauricio Macri. El gobernador está 42% a 27% y con esa diferencia se asegura ganar en en primera vuelta por más de 10 puntos.
@alfredosilletta
Las últimas encuestas en la provincia de Buenos Aires trajeron tranquilidad en el búnker del candidato presidencial Daniel Scioli. Según las mediciones diarias de Aresco (no son públicas) el candidato del FpV ya le sacó 15 puntos a Mauricio Macri. El gobernador está 42% a 27% y con esa diferencia se asegura ganar en en primera vuelta por más de 10 puntos.
Todas las encuestas que se publicaron en la última semana le están dando el triunfo a la fórmula del FpV en primera vuelta. Según Julio Aurelio, a nivel nacional, Scioli encabeza las preferencias de los votos con el 41% seguido por Macri con el 30% y Sergio Massa con el 20%. Por su parte, Ricardo Rouvier le otorga al FpV el 41,3 y a Cambiemos el 30,5 y a UNA el 20,6%. Finalmente Artemio López afirma que Scioli está en un 39,9%, Macri un 27,56% y Massa 25,78%.
Más allá de las encuestas, Scioli continuará con el lanzamiento de las propuestas para los distintos sectores de la sociedad. Paralelamente recorre en forma intensa la provincia de Buenos Aires, sin dejar de lado provincias como Córdoba o Santa Fe.
Quienes rodean políticamente al gobernador se dividen en dos posturas. La primera plantea que hay que buscar los votos en el peronismo del conurbano. “Hay que convencer al peronista que ahora acompaña a Massa y recuperar así uno o dos puntos ahí”, dicen. Recuerdan que el pase de la senadora Mónica López movió los cimientos del massismo y ya muchos que votarían a Scioli en segunda vuelta piensan en hacerlo el 25 de octubre. Otro sector cercano al sciolismo plantea que es necesario ir por el voto independiente y los indecisos, con propuestas más lejanas al kirchnerismo puro.
Pese a los comentarios de sus equipos, Scioli mantendrá sin sobresaltos su campaña, de allí que decidió no participar del debate al no existir reglas claras.
Por su parte, Macri necesita relanzar la campaña porque no crece. Realizó un acto en el micro estadio de Ferro junto a los radicales para “convencerlos" de que militen por él y mantener ese 6% de votos de Sanz y Carrió. Sabe que el escándalo Niembro, más otros casos nuevos de corrupción en el gobierno de la ciudad, lo golpearon.
Por último, Massa, que no tiene nada que perder y está creciendo, necesita pegarle por igual a Scioli y a Macri. Sus propuestas, como en el teorema de Baglini son exageradas e impracticables, pero las lanza en cada presentación pública.
A 20 días de las elecciones nacionales los nervios aumentan en los búnker de los seis candidatos.
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