viernes, 4 de septiembre de 2015

ALUD DE FAMILIAS PARA ACOGER A REFUGIADOS EN BARCELONA


El Ayuntamiento de Barcelona crea un censo de "centenares y


 centenares de voluntarios" que ofrecen ayuda

Barcelona | 02/09/2015 - 01:00h | Última actualización: 02/09/2015 - 14:21h
Alud de familias para acoger a refugiados en Barcelona
Ada Colau y Gerardo Pisarello, reunidos con representantes de las entidades de acogida a refugiados en Catalunya Flick'r / Ayuntamiento de Barcelona
La propuesta de la alcaldesa Ada Colau para que Barcelona lidere una red de ciudades refugio ha abierto la caja de
 Pandora. A medida que pasan las horas, el Ayuntamiento concreta su plan y recibe apoyos institucionales -incluido el de
 la Generalitat- y de otros municipios. Y, mientras tanto, cada vez se hace más visible la lacerante odisea de las personas
que buscan asilo político. En algunos casos los solicitantes de protección internacional sufren demoras que superan los tres
 años, según denunciaron ayer las corporaciones colegiales de los abogados y los procuradores de Barcelona, que calificaron
 este trato de "inhumano". Una de las principales bazas del Ayuntamiento será la creación de un registro de "las centenares y
 centenares de familias" dispuestas a ayudar a los refugiados, "ya sea con alojamiento o de cualquier otra forma", según
explicó el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, al término de la reunión que él y Ada Colau mantuvieron con Asil.cat,
una alianza de ocho entidades humanitarias, siete como integrantes de pleno derecho y una como miembro observador: el
 comité catalán del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). A la reunión también asistieron el
Institut de Drets Humans de Catalunya, Cruz Roja, Comisiones Obreras, y juristas y representantes de oenegés como Districte
11, que ha recogido el testigo del hermanamiento entre la capital catalana y Sarajevo.

 Las fundaciones que trabajan con
inmigrantes y refugiados confirmaron que están colapsadas y que trabajan "con medios muy precarios". Una nota conjunta de
los colegios de abogados y procuradores de Barcelona, instituciones centenarias y que no acostumbran a hablar por hablar,
 denuncia que hayan pasado cinco años desde la entrada en vigor en España de una Ley de Asilo sin que todavía se haya
aprobado un reglamento que la desarrolle.

El Ayuntamiento sostiene que los poderes públicos podrían haber hecho mucho más de lo que han hecho y puso como
 ejemplo que "España es uno de los países que más fondos europeos ha recibido para la inmigración, pero ha destinado la
 mayor parte del dinero a la construcción de centros de internamiento y a organismos represivos, como Frontex", la agencia
que controla y vigila las fronteras exteriores de la UE. Ocuparse de quienes huyen del hambre o de países en guerra "no es
una cuestión de caridad, sino de derechos humanos", recalcó el primer teniente de alcalde. No se trata, agregó, de una opción,
 "sino de una imposición de la Carta Municipal", un documento aprobado en el 2006 y que marca el ideario de la ciudad. Ada Colau aprovechó de nuevo su Facebook para agregar que "el asilo está garantizado además por la Declaración Universal de los Derechos Humanos". Y los abogados y procuradores, muy críticos con "la pasividad política europea", insistieron en que "los derechos
 humanos son los valores que deberían mover nuestra sociedad".

Los municipios barceloneses de Berga, Terrassa, Sant Feliu de Llobregat y Sabadell, entre otros, han brindado su apoyo a
la iniciativa. Anteayer lo hizo también Valencia. Y ayer Madrid, que anunció su intención de sumarse a la red y cooperar en la
 atención a los refugiados. El Gobierno municipal de Manuela Carmena estudiará "recursos y medidas" para afrontar este drama.
 "Madrid es abierta y solidaria, especialmente con quienes se ven obligados a huir del horror de las guerras". El comunicado
reclama al Gobierno central que "esté a la altura de las circunstancias", que asuma sus responsabilidades y que se coordine "con autonomías y municipios". También la vicepresidenta de la Generalitat, Neus Munté, admitió ayer que el Consell Executiu
"presionará" a la Administración de Mariano Rajoy para que destine más recursos económicos a la ayuda a los refugiados.
La exigencia se planteará la semana que viene, durante una reunión entre consejeros autonómicos y la ministra de Empleo,
 Fátima Báñez. El president Artur Mas ha movilizado las agencias de empleo y vivienda, así como la federación y la asociación
 de municipios catalanes. Ni la Generalitat ni el Ayuntamiento, sin embargo, pueden hacer más, ya que los Gobiernos de la UE
no acordarán las cuotas de refugiados para cada país hasta el 14 de septiembre.

Más de 70 personas asfixiadas en un camión en Austria, gases lacrimógenos contra muchedumbres en Macedonia, decenas de
centenares de muertos en el Estrecho y el Mediterráneo, frente a las costas de Sicilia y de las islas griegas... El problema de esta
 tragedia de proporciones casi bíblicas es que todas las muertes se queden en cifras, porcentajes, estadísticas. "No son cuotas,
 son vidas humanas", dice Ada Colau, que repite las palabras de una de las personas con que se ha entrevistado estos días
"Hay que poner nombre al drama anónimo de los refugiados", sostiene Manuel Vila, colaborador de Acnur y presidente de la oenegé Disctricte 11.

La idea de las ciudades refugio ha dejado una vez más en evidencia la lentitud de las instituciones europeas, que se han
visto superadas por la respuesta de la sociedad civil. La UE reaccionó el pasado fin de semana a la peor crisis migratoria
desde la Segunda Guerra Mundial con la convocatoria de una reunión urgente. Y fijó el encuentro para el 14 de septiembre,
con dos semanas de antelación. Ada Colau lanzó su propuesta el viernes, "movida por la urgencia de las noticias".
 Ese mismo día, el Ayuntamiento de Barcelona contactó con Acnur, con la Generalitat y con instituciones altruistas, que le
brindaron todo su apoyo desde el primer momento y que ayer resumieron la situación en Catalunya con una palabra: colapso.
Las negociaciones prosiguieron el fin de semana, mientras se acumulaban las cartas con peticiones de particulares y entidades
vecinales para acoger refugiados. El Ayuntamiento no ha dado cifras, pero la alcaldesa anuncia: "Crearemos un censo de
voluntarios y comenzaremos a trabajar para canalizar esta energía, ayudando a organizar redes, tanto de acogida para
nuevos refugiados como de atención a los cientos que tenemos aquí, en situación precaria e invisible"


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