Según la investigación el autor de la paliza es uno de los patovicas de
La Tienda, que ayer quedó imputado por homicidio.
Leonardo Galletto
Uno de los patovicas del boliche La Tienda quedó imputado ayer como autor del homicidio de Gerardo “Pichón” Escobar, el joven de 23 años cuyo cuerpo fue encontrado en el río luego de estar una semana desaparecido y de haber sido visto por última vez en ese local nocturno. En la audiencia celebrada en Tribunales, la Fiscalía reveló una nueva prueba: una cámara de seguridad ubicada en Tucumán al 1000 muestra al custodio de La Tienda golpeando a Gerardo y arrastrándolo desvanecido.
Además, dos policías que hacían adicionales y dos empleados de seguridad del bar fueron imputados por encubrimiento. El patovica señalado como autor del homicidio ya había sido demorado porque de su casa salió la última señal de GPS del celular Pichón.
Mañana a las 11 continúa la audiencia en donde se darán a conocer nuevas pruebas.
En la audiencia imputativa presidida por el juez Luís María Caterina, los fiscales Marisol Fabbro y Rafael Coria acusaron a Cristian V., el patovica de 36 años de La Tienda, de matar intencionalmente a Gerardo Escobar la madrugada del viernes 14 de agosto. A su vez, señalaron a los custodios José Luis C., de 34 años, César A., de 30, y a los empleados policiales Maximiliano A. y Luis Alberto N., ambos de 32, de encubrir el crimen ocultando el cuerpo y luego arrojándolo al río. Los cinco imputados habían quedado detenidos el sábado pasado en el marco de varios allanamientos en donde se secuestraron vehículos y elementos probatorios.
Pichón tenía 23 años y trabajaba en la Dirección de Parques y Paseos. El jueves 13 de agosto fue al Casino, ganó dinero, se compró ropa y salió con amigos. Estuvo en Bogart, un cantobar de Santa Fe y Presidente Roca, y de ahí partió con un amigo hacia La Tienda, un after ubicado en Tucumán al 1119. Su compañero lo perdió de vista y cuando salió Cristian V. le dijo que Gerardo ya se había ido. Esa fue su último rastro hasta que, una semana después, su cuerpo apareció en las aguas del río Paraná.
Tras su desaparición, y ante las numerosas movilizaciones donde su familia informaba que Escobar había sido visto por última vez en La Tienda y pedían con desesperación que a los fiscales que hagan algo, representantes del boliche acercaron a la Justicia un video de forma voluntaria (ya que ningún investigador ordenó el secuestro de cámaras del lugar) donde se ve a Pichón salir del after a las 5.45 y caminar en dirección a Sarmiento. Otra cámara captó el momento en que al menos un patovica y la encargada miran preocupados hacia el este, como si algo pasara en la esquina. Algunos testigos sostuvieron que Pichón intentó abrir un auto Peugeot 308, propiedad de la encargada del boliche, y rompió uno de los espejos. Después se lo vio escondido y agazapado entre los autos.
La audiencia de ayer sumó una nueva prueba que refuerza la hipótesis de homicidio. La Fiscalía presentó la grabación de una cámara de seguridad privada ubicada en Tucumán 1059 (a menos de una cuadra del local nocturno) en la que Pichón está escondido entre dos autos estacionados a 45 grados y llega el Cristian V. El registro muestra que el patovica primero lo inmovilizó pisándole la mano y después lo golpeó con los puños y la rodilla. Por la calidad de la imagen no pudo distinguirse si los golpes fueron en la cabeza pero sí que Pichón se desvaneció y el patovica lo arrastró hasta un lugar donde se pierde el rango de visión de la cámara.
La hipótesis de los fiscales es que luego de la golpiza, Cristian V. y los otros cuatro imputados ocultaron el cuerpo y lo arrojaron al río, aunque no se dieron a conocer los elementos probatorios que los vinculan con el hecho y el presunto homicida, algo que se espera ocurra en la audiencia de mañana.
Otras de las pruebas presentadas por la Fiscalía fueron los testimonios de los amigos de Pichón y de personas que lo vieron en La Tienda. A través de los mismos se pudo reconstruir que la noche jueves 13 fue al casino con Nico y la novia de este, donde ganó un pleno. Los tres tomaron algo en el bar y los dos chicos arreglaron para salir a la noche con Tony, amigo de Nico.
Tony, Nico y Pichón fueron al cantobar Bogart y, cerca de las dos, Nico se fue a su casa.
Según Tony, Pichón socializaba con todos y un patovica lo sacó del lugar “de buena manera”. Ahí decidieron ir a La Tienda y en la puerta Tony saludó a Cristian V., a quien conocía del barrio. Adentro del after, Pichón “iba de acá para allá, hablaba con todos, pero estaba bien, lúcido”, declaró Tony y agregó que en un momento lo perdió de vista. Al salir a la puerta, Cristian V. le dijo que su amigo se había ido y que andaba golpeando los autos. Como Tony había conocido esa noche a Pichón, no tenía su número de celular, por lo que se fue.
Al día siguiente, Nico le escribió a Pichón para ver cómo estaba pero nunca obtuvo respuesta por lo que se comunicó con Tony, que le contó lo que sabía. A esa altura, la familia de Pichón ya lo buscaba por toda la ciudad porque el joven no solía regresar a su casa tan tarde.
El sábado 15 otro amigo rastreó el celular de Pichón con un software y lo ubicó en un domicilio preciso, en Vera Mujica y Uruguay. Junto a su familia llevaron la información a la comisaría 18ª y fueron a preguntar en la zona si lo habían visto, pero nadie sabía nada. Al poco rato les llegó un mensaje de Tony que les decía que vayan a la casa de Cristian V., que era el último que lo había visto. Cuando les mandó la dirección notaron que coincidía con la última señal del celular de Pichón.
A partir de esto, la Justicia allanó el domicilio del patovica, en Uruguay al 3100, y dos contiguos. Fueron secuestrados dos chalecos policiales y seis celulares que se enviaron a peritar. Cristian V. estuvo demorado menos de 24 horas y recuperó la libertad hasta este sábado, que volvió a ser detenido.
Además, uno de los testimonios apuntó que el domingo 15 la aplicación seguía marcando al celular en ese domicilio, por lo que los allegados de Pichón decidieron volver a la zona. Antes avisaron a la comisaría 18ª. En el camino la señal se perdió.
En relación a este software como evidencia, Fabbro afirmó que si bien realizaron una prueba de aplicación en Fiscalía que dio resultado positivo, se iba a mandar a analizar con técnicos la certeza de la misma antes de considerarla como verídica.
En tanto, la fiscal expuso que el médico que realizó la autopsia envió un nuevo informe.
“El cuerpo estuvo en el agua entre seis y ocho días. Si bien no hay fracturas, no necesariamente se descartan golpes que hayan provocado la muerte. Lo que el médico manifiesta es que no puede determinar si los edemas que tenía el cuerpo son golpes o putrefacciones producto de la descomposición por tanto tiempo en el agua. Esa diferencia se va a saber con un análisis que se está haciendo”.
A su vez, en declaraciones a la prensa, la fiscal sostuvo que en los autos secuestrados el fin de semana no se encontraron rastros de sangre a través de las pruebas de luminol.
Igualmente, se mandó a analizar una remera y la funda del asiento trasero de uno de los vehículos por tener manchas.
Por su parte, Coria sostuvo que se trabaja en el análisis de otras cámaras de seguridad para establecer qué pasó después de la golpiza. Consultado por la versión que circuló de que los imputados habrían asfixiado a Pichón con una bolsa, afirmó que no la Fiscalía no cuenta con ninguna evidencia que avale esa hipótesis.
Más críticas por “hostigamiento” de la Fiscalía
El juez Juan Carlos Suárez rechazó el habeas corpus solicitado por Salvador Vera, abogado de la familia de Gerardo Escobar y de la Asamblea por los derechos de la Niñez y la Juventud, pedido que había sido presentado por el diputado provincial Eduardo Toniolli, presidente de la Comisión de Derechos y Garantías, y patrocinado por Gabriel Ganón, a cargo de la Defensa Pública de Santa Fe.
El habeas corpus fue planteado ante los “hostigamientos” del Ministerio Público Fiscal que citó a declarar al menos a tres personas que hicieron públicas sus críticas sobre el curso de la investigación. Se trata de Vera, quien desde un principio reprochó a la Fiscalía que no haya secuestrado como medida urgente las cámaras de video vigilancia del boliche La Tienda, siendo que era el último lugar donde había sido visto con vida Escobar. Pero también, fueron citados Ganón y Víctor Moglia, el médico legista que participó de la autopsia del joven y tuvo una impresión preliminar diametralmente a la del medico oficial, al asegurar que el cadáver tenía golpes en distintas partes del cuerpo y descartar que el causal de la muerte haya sido ahogamiento.
“No compartimos los fundamentos”, dijo ayer Ganón en relación al rechazo del habeas corpus firmado por el juez Súarez. “Nos parece una errónea interpretación del derecho y de las facultades que tienen los fiscales, porque está más que claro que Salvador Vera no fue llamado por la Fiscalía para aportar datos de Escobar sino para ser amedrentado por hacer traslúcida una crítica al funcionamiento de la fiscalía”.
En la misma línea se expresó ayer Toniolli, quien presentó el pedido con el fin de que “cese el hostigamiento” contra el abogado de la familia de Escobar por marcar “un rumbo distinto en la investigación que finalmente se terminó demostrando”.
El rumbo al que hace referencia el diputado, sostenido por los tres actores citados por la fiscalía desde un primer momento, terminó avalado por un video que capta el momento justo en que el joven asesinado es desmayado a golpes. Antes de la audiencia prevista para mañana a las 11, el juez Caterina evaluará un pedido de Ganón para que la causa pase al fuero federal por desaparición forzada de persona.
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