martes, 16 de junio de 2015

COMO EMPEZO EL "ESTADO ISLAMICO" -- del Blog de Abel



ISIS-Execution
Mi amigo Daniel Arias me hizo llegar hace algunos días esté artículo de The GuardianEmerge la verdad: Cómo EE.UU. fomentó el crecimiento de ISIS en Siria y en Irak. Me pareció adecuado subirlo ahora, en el medio de esta campaña electoral, para recordarnos que ahí afuera está el mundo.
El “Estado Islámico”, el proclamado Califato, por más que sea lejano a nuestra realidad local, es un hecho pesado. Ha llegado a ser, en menos de dos años, actor clave en el drama del mundo árabe, ese espacio impreciso pero con una fuerte identidad que se extiende desde la frontera occidental de Irán hasta, por el sur del Mediterráneo, el Atlántico. Y es también una pieza – ensangrentada – en el proceso fundamental de esta etapa de la Historia: las reacciones del Resto del Mundo al impacto de esa civilización que surgió en la extremidad occidental de Eurasia y, desde el siglo XV empezó a extenderse por el globo. Como desde hace un milenio y medio, el Islam juega un rol fundamental en esas reacciones.
Atención: después de plantearlo en esos términos, no digo que se explica por una maquinación estadounidense. Mucho más significativo me parece analizar de dónde vienen los hombres y las ideas que dan forma a ISIS, las dos vertientes, las que nacen en el seno de pueblos árabes y las que vienen de los que rechazan al “Occidente”. Pero… sería incompleto no tomar en cuenta el rol que tuvieron y tienen los gobiernos de EE.UU. y de la Unión Europea. Por el resto… cuando tenga tiempo y tranquilidad, trataré de acercarles algunas reflexiones.
Cuando Daniel envió la nota, agregó “Nada nuevo. Pero bien documentado“. Tiene razón. Todas estas afirmaciones están en Internet desde hace años, en decenas de miles de páginas. Pero tiene un peso distinto en el Atlántico Norte – EE.UU. más la Unión Europea – cuando son publicadas por The Guardian, que desde que fue fundado por no conformistas en Manchester en 1821 ha ocupado un lugar como la voz “progre” y reflexiva en el discurso británico.
Esa posición le sirve a ellos – porque las hegemonías no se sostienen solamente con la fuerza; es necesario que alguien recuerde la dificultad de sentarse en las bayonetas. Pero no les servirá de mucho a los pueblos del Medio Oriente. Ellos mismos, como la nota reconoce, deberán encontrar las formas de fortalecer el poder de sus estados nacionales, y encontrar bases mínimas de convivencia.
Al punto: les traduje partes claves del artículo, para los que no dominan el inglés. Y conservé los enlaces originales.
La guerra contra el terrorismo, la campaña sin fin que puso en marcha hace 14 años George Bush, se ata a sí misma en contorsiones cada vez más grotescas. Esta vez el juicio en Londres de un sueco, Bherlin Gildo, acusado de terrorismo en Siria, se derrumbó después que quedó claro que la inteligencia británica había estado armando a los mismos grupos rebeldes que el acusado fue acusado de apoyar.
… Una luz reveladora sobre cómo hemos llegado hasta aquí brota de un informe recientemente desclasificado de la inteligencia estadounidense, escrito en agosto de 2012, que predice – y efectivamente da la bienvenida – la perspectiva de un “principado salafista” en el este de Siria y un “Estado islámico en Siria e Irak controlado por al-Qaeda”.
En marcado contraste con las declaraciones occidentales de la época, el documento de la Defense Intelligence Agency identifica a al-Qaeda-en-Irak (que luego se convirtió en ISIS “Estado Islámico de Irak y el Levante”) y otros grupos salafistas como las “principales fuerzas que impulsan la insurgencia en Siria” – y confirma que “los países occidentales, los estados del Golfo y Turquía “estaban apoyando los esfuerzos de la oposición para tomar el control del este de Siria”.
La “posibilidad de establecer un principado Salafista declarado o no declarado”, continúa el informe del Pentágono, “es exactamente lo que las potencias que apoyan a la oposición quieren, con el fin de aislar el régimen sirio, al que se considera la profundidad estratégica de la expansión de los chiítas (en Irak e Irán)”.
Lo cual es exactamente lo que sucedió dos años después. El informe no es un documento de política. Es un memorándum interno. Pero las implicaciones son suficientemente claras. A un año de comenzada la rebelión siria, los EE.UU. y sus aliados no sólo apoyaban y armaban una oposición que sabían iba a ser dominada por grupos sectarios extremos; estaban dispuestos a aprobar la creación de una especie de “estado islámico” – a pesar del “grave peligro” para la unidad de Irak – como un amortiguador sunnita para debilitar a Siria.
Esto no significa que los EE.UU. hayan creado ISIS, aunque algunos de sus aliados del Golfo, sin duda jugaron un papel – como el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, reconoció el año pasado. Pero no había al-Qaeda-en-Irak hasta que los EE.UU. y Gran Bretaña invadieron. Y los EE.UU. ciertamente han aprovechado la existencia de ISIS contra otras fuerzas en la región como parte de una campaña más amplia para mantener el control occidental.
El cálculo cambió cuando ISIS comenzó a decapitar occidentales y subir atrocidades online, y los estados del Golfo están ahora respaldando a otros grupos en la guerra siria, como el Frente Nusra. Pero este hábito estadounidense y occidental de jugar con grupos yihadistas, que luego se dan vuelta y los muerden, se remonta al menos a la guerra de 1980 contra la Unión Soviética en Afganistán, que fomentó el original al-Qaeda bajo la tutela de la CIA.
Fue recalibrado durante la ocupación de Irak, cuando las fuerzas estadounidenses lideradas por el general Petraeus patrocinaron una guerra sucia al estilo de El Salvador de escuadrones de la muerte sectarios para debilitar la resistencia iraquí. Y se repitió en 2011 en la guerra orquestada por la OTAN en Libia, donde ISIS recientemente tomó el control de la ciudad natal de Gaddafi, Sirte.
En realidad, los Estados Unidos y la política occidental en la conflagración que ahora es el Medio Oriente está en el molde clásico imperial: divide y vencerás. Las fuerzas estadounidenses bombardean a un conjunto de rebeldes mientras respaldan a otro en Siria. Y montan lo que son efectivamente operaciones militares conjuntas con Irán contra ISIS en Irak, mientras apoyan la campaña militar de Arabia Saudita contra las fuerzas Houthi respaldadas por Irán en Yemen. No importa cuán confusa la política de Estados Unidos pueda ser a menudo, unos Irak y Siria débiles y divididos se adaptan a este enfoque a la perfección.
Lo que está claro es que ISIS y sus monstruosidades no serán derrotados por los mismos poderes que lo trajeron a Irak y a Siria, en primer lugar, y cuyas guerras abiertas y encubiertas lo han fomentado en los años posteriores. Las intervenciones militares occidentales sin fin en el Medio Oriente han traído solamente destrucción y división. Es la gente de la región quienes pueden curar esta enfermedad – no los que incuban el virus“.  (completo aquí)

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